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Stand Alone, Global Economic Crisis: Role and Challenges of the G-20
Sesión publica, Foro Económico Mundial, Davos, Suiza, 26 de enero del 2012
(Interpretación del Inglés al Español)
PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Muchas gracias, señor Schwab, por este premio tan especial.
Permítanme expresar mi agradecimiento, no sólo por el premio, pero por todo lo que he aprendido durante estos 15 años en los que vengo aquí, al Foro Económico Mundial.
Amigos queridos:
Es un gran honor para mí estar con ustedes en esta sesión, y quisiera expresar mi gratitud profunda a usted, profesor Schwab, no sólo por el premio, también por su visión, su liderazgo; por brindar el foro en el que podamos hablar acerca de los problemas del presente y del futuro. A la vez, quisiera expresar nuestro agradecimiento a Bill Gates, tan admirado.
Muchas gracias por estar con nosotros, y muchas gracias por el apoyo que está usted dando a los países del G20.
Como ustedes saben, la reunión de este año es de gran importancia, ya que el mundo se está enfrentando a una situación desafiante. Seguimos entrampados en una crisis económica de cuatro o cinco años. La peor crisis de nuestra memoria.
Tenemos una bomba de tiempo. La bomba se encuentra en Europa, y estamos trabajando en conjunto para desactivarla, antes de que explote encima de todos nosotros.
Es, dentro de estas circunstancias tan difíciles, que México ha asumido la Presidencia del G20, el primer país latinoamericano que encabeza este grupo.
Trataremos de desarrollar el consenso necesario para restaurar la estabilidad y el crecimiento económicos, para fortalecer las instituciones financieras del mundo, y para encontrar maneras para redirigir el crecimiento hacia caminos sustentables, que privilegien esta justicia social.
Y respecto al medio ambiente, hoy en día, a diferencia de hace varios años, México cuenta con una economía sólida y en crecimiento, la cual genera cientos de miles de empleos nuevos cada año, con una tasa de inflación muy baja.
Sin embargo, hasta hace unos cuantos años, nuestro país, junto con otros países latinoamericanos, sufríamos de crisis recurrentes, que tuvieron costos muy altos a nivel social, económico y político.
Y debido a esto, podemos entender los tiempos difíciles a los que se enfrentan los europeos.
No podemos evitar recordar nuestras propias experiencias. A pesar de las diferencias en las circunstancias, percibimos similitudes que son los suficientemente interesantes como para compartirlos con ustedes esta noche.
Uno. Normalmente una crisis financiera tiene que ver con desequilibrios, ya sean fiscales o de cuenta corriente. Ambos son fuente de preocupación. En particular los desequilibrios fiscales son resultados de un gasto gubernamental no controlado, lo cual lleva a un aumento fuerte en el déficit páblico.
Dos. Aumentos notables en la deuda nacional y el extranjero son necesarios para financiar dichos déficits.
Y tres. Los eventos en la esfera nacional o internacional que implican a los inversionistas hacen que aumenten las tasas de interés, lo cual hace que simplemente sean impagables las deudas.
Esto genera una aversión al riesgo más alto, la cual aumenta cada vez más las tasas de interés y el financiamiento hacia estas naciones. Se terminan, por lo tanto, los problemas de liquidez, se vuelven problemas de insolvencia.
Estoy seguro que esto es algo que ya han oído ustedes aquí, en Europa. Esto ya lo hemos visto antes, por lo tanto la pregunta es si es que vamos poder aprender de nuestros propios errores.
Cuándo perdió su camino Europa.
No lo sé. Probablemente fue cuando los países decidieron romper su propia regla dorada, que dicta que el déficit de ningán país puede ser más alto que el 3 por ciento del PIB.
Y hoy el promedio en el déficit páblico de estos países emproblemados es casi un 7 por ciento del PIB. Para resolver la crisis podemos aprender algunas lecciones de la crisis latinoamericana.
Primero. Si la causa del problema viene del déficit páblico, parte de la solución tiene que ser la corrección de ese déficit. Es cierto que las medidas para resolver esto a corto plazo pueden empeorar el impacto social de la crisis, pero entre más nos esperamos, más altos serán estos costos.
Segundo. Debemos detener lo antes posible la hemorragia. Y aquí es importante distinguir la diferencia entre la liquidez y la insolvencia, porque si el problema es liquidez, se trata de liquidez, entonces, uno necesita efectivo, pero si el problema se trata de la insolvencia, se requiere de una reestructura de la deuda.
Tercero. La clave es recuperar la confianza. El problema es que la pérdida de confianza es inmediata, pero recuperarla requiere de un trabajo arduo y largo.
Para lidiar con esto es esencial realizar un diagnóstico honesto y creíble, hablar claramente con las personas y con los inversionistas acerca de los costos, y asegurarse de que el ajuste sea lo suficientemente grande, y que se implante, que se ponga en marcha de manera audaz y rápido. Y es aquí cuando se vuelven esenciales el apoyo externo y la cooperación internacional.
Permítanme darles un ejemplo mexicano. En la crisis del 95, México era una Nación solvente, pero carecía totalmente de liquidez. Para enfrentarse a esta situación, el Presidente Zedillo, miembro del Foro Económico Mundial, implantó un ajuste severo a nivel fiscal a pesar de los costos sociales y políticos.
Además, el apoyo del Fondo Monetario Internacional y en particular el apoyo del Tesoro estadounidense fueron asuntos críticos en la solución.
El liderazgo demostrado por el Presidente Clinton fue un factor determinante. Él asumió, y hay que reconocerlo, un gran riesgo político enfrentándose a gran oposición nacional para apoyar a México y evitar que la situación se saliera de control.
A final de cuentas, qué pasó.
México ajustó sus finanzas, recuperó su crecimiento y los Estados Unidos recuperó todo su dinero con intereses, con buena rentabilidad, además.
Ahora, aprendiendo de estas experiencias, diría yo que es importante, necesario importar la credibilidad, por decirlo de alguna manera. Y para hacer esto es donde las economías grandes del G20 y las instituciones financieras internacionales tienen un papel que desempeñar.
Además de ajustes audaces y creíbles es importantísimo crear una pared de seguridad para evitar que se esparza el pánico y proteger a los países que son solventes, pero que carecen de liquidez, como las economías de cuarto nivel del mundo, Italia y España, por ejemplo. En otras palabras necesitamos sacar la bazuca de manera inmediata, antes de que la pólvora se empape. Ese es el riesgo al que nos enfrentamos.
Esta pared de seguridad, de protección, más que una fuente de dinero en sí, es una fuente de confianza que necesitamos.
Y aquí existe una paradoja y es ésta. Entre más dinero uno le invierte a esta pared de protección, más confianza se crea, y entre más confianza se crea, menos dinero necesita uno utilizar.
Por lo tanto, la conclusión es que entre más dinero se compromete, se invierte, menos dinero se va a gastar.
Y lo opuesto, también, aplica. Entre menos dinero se tiene que invertir en esta pared de protección y entre más uno titubea, más dinero costará a una economía grande.
Y esto, ciertamente, no es una tarea que aplica solamente a los europeos. Es una tarea que nos aplica a todos en el G20, también. No se les olvide que todos nos encontramos en el mismo barco.
La falla de una estrategia de contención significará no sólo una implosión potencial del euro, pero una crisis económica con consecuencias devastadoras para el resto del mundo.
Ya que la importación de la credibilidad es tan necesario en estos momentos para ser un imperativo, para fortalecer las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y las agencias de apoyo financiero europeo.
Cuarto. También, está el problema de insolvencia en otras economías. Por ejemplo, si un deudor no puede pagar, el mercado lo va a reconocer tarde o temprano. El mercado ya lo reconoció, y el prestamista tendrá que tomar responsabilidad por haber actuado de manera, sin los cuidados adecuados.
Durante la década de los 80, la década perdida de América Latina, algunos países sufrieron insolvencia, y sólo fue después de renegociar nuestras deudas externas que pudimos recuperarnos.
Y aprendimos que la renegociación puede lograrse de dos maneras: De manera ordenada, como lo hicimos con los Bonos Brady, o de manera desordenada. Y para los países, como Grecia, la mejor solución es una renegociación ordenada, con el apoyo financiero internacional.
Quinto. Otra lección, y esta vez de la crisis del 2008-2009. Cualquier programa de ajuste tiene que ser acompañado de programas sociales agresivos, con tal de proteger a los más pobres.
Necesitamos deshacer el vínculo entre los desequilibrios y los más pobres. Y en México lo logramos con el Programa Oportunidades. En medio de la crisis, aumentamos las transferencias condicionadas a los más pobres, y al hacerlo evitamos una recesión de más del seis por ciento del PIB, y ese porcentaje en aumento de la pobreza extrema.
Sexto. Es efímero esto, sobre todo si el país no puede hacer un cambio en su régimen de tipo cambiario, que es el caso de los europeos. Por lo tanto, el programa de ajuste tiene que realizarse con reformas estructurales que promuevan el crecimiento y la competitividad, sin una sola moneda, divisa, los países latinoamericanos pudieron irse a tipos de cambio flexibles, lo cual les permitieron recuperarse rápidamente.
Hoy día, aquí, en Europa, los países o las economías insolventes necesitan, de manera urgente, una renegociación de su deuda y ayuda externa.
De otra manera, las fuerzas del mercado, finalmente, los van a eliminar de la Zona Euro, de manera desordenada, y tendrá esto un costo muy alto a nivel social y económico.
Esto es lo que pasó hace varios años en Argentina. En Argentina, después de tres largos años de tratar de ajustar a su economía, y de proteger a su tipo de cambio fijo, a cualquier costo, el sistema, explotó, llevando al desequilibrio social, que terminó con muchas personas, la falta de los ahorros de vida y esto conllevo al cambio de varios gobiernos en tan sólo un año. Y lo tengo que decir. Argentina, sin embargo, comenzó una década de crecimiento continuo.
Es la mejor alternativa esto para Grecia.
No. Por supuesto que no. Pero no podemos hacer caso omiso de esa experiencia hoy día. Los desequilibrios globales siguen siendo un problema muy importante en cualquier crisis.
Y esto es un desafío para los países del G20, en particular, los países que siguen teniendo superávits de cuenta corriente grande, tienen que promover el consumo de inversión más alto a nivel nacional, que contribuye a la recuperación económica. Y esto incluye movimientos más determinados hacia tipos de cambio a nivel mundial más flexibles.
Otro paso muy importante para reiniciar el crecimiento económico es fortalecer los sistemas financieros. Por lo tanto, México va a promover que los países del G20 se aseguren de que sus mercados financieros sean reglamentados de manera más eficiente, con el fin de reducir el riesgo de una nueva crisis mundial a nivel financiero.
Y más allá de estos temas urgentes. Necesitamos también mayor sentido de responsabilidad hacia el futuro, es tiempo construir una nueva economía global que asegura una sustentabilidad a largo plazo y el desarrollo a largo plazo, también.
Es por eso que nosotros también estamos promoviendo la inclusión financiera, porque el brindar más acceso a canales de crédito, de ahorro a más personas, no sólo promueve la competitividad y el crecimiento, pero también, promueve la justicia social.
Esta crisis representa una oportunidad para atender de una vez la miseria terrible en la que viven miles de millones de personas. La seguridad alimentaria es un tema que México va a tratar en su G20.
Si consideran ustedes que los más pobres tienen que dirigir la mitad de sus ingresos a sus alimentos, y que los precios de los alimentos se han duplicado en la áltima década, este fenómeno por sí solo ha llevado a un aumento enorme de la pobreza global.
Y como lo ha notado Bill Gates, todas las naciones tienen que aumentar su asistencia para el desarrollo, es el momento de hacerlo. Podemos beneficiar de las experiencias exitosas en la lucha contra la pobreza.
Por ejemplo, el Programa de Oportunidades en México apoya a las familias de bajos ingresos con transferencias condicionales de efectivo, siempre y cuando lleven a sus hijos a la escuela y a las clínicas.
Y aquí estamos hablando de más de seis millones de familias en el país. En 14 años el Programa Oportunidades ha reducido la pobreza extrema en casi la mitad. También es esencial que aumentemos la inversión en temas de salud.
De nuevo, estoy de acuerdo con el señor Gates, necesitamos seguir fortaleciendo la cooperación internacional para asegurar que más países en vías de desarrollo puedan ampliar su cobertura básica de salud.
En México comenzamos hace décadas ya con las vacunas universales, como lo está haciendo la Fundación Gates en todo el mundo. Y esto podría ser uno de muchos primeros pasos que tenemos que tomar en los países más pobres.
Ahora, después de esfuerzos enormes, como construir más de mil hospitales o clínicas nuevas en el país, y reconstruir otras dos mil en los áltimos cinco años, estamos alcanzando otra meta muy apreciable: En México estamos llegando a la cobertura universal de salud. Esto significa que hay médicos, medicinas y tratamiento para cada mexicano que lo necesita.
Finalmente, si en algán momento vamos a poder definir un nuevo tipo de modelo de desarrollo, es ahora que se tiene que hacer.
Necesitamos ir hacia un camino de crecimiento verde. Necesitamos encontrar una manera para tener un desarrollo sustentable. Una manera de tener una economía baja en carbono.
El cambio climático ya está afectando la calidad de vida.
De nuevo, en mi país, hoy día, tenemos las peores inundaciones en el Sur y las peores sequías en el Norte, al mismo tiempo.
Estoy seguro que si se toma acción, hoy, será mucho más económico que si tenemos que tomar acción en el futuro, cuando vamos a pagar las consecuencias completas del cambio climático.
Además, la protección del medio ambiente brinda oportunidades para el crecimiento económico y, por lo tanto, México impulsará para que las economías del G20 cumplan con sus compromisos y que asuman metas más ambiciosas, como parte de sus planes o su planificación de crecimiento.
Amigos míos.
Señor Gates:
Estoy seguro que hay un nuevo orden mundial y que las reglas han cambiado. La crisis nos está forzando a rediseñar el modelo económico para el futuro. Y en este cambio necesitamos mantener los principios de libertad económica y democracia.
El nuevo modelo económico tendrá que ser uno en el que el crecimiento no llega a cuesta de la responsabilidad financiera, justicia social y respeto completo por el medio ambiente.
En pocas palabras, y a pesar de las dificultades, éste es el momento para demostrar el liderazgo, para diseñar e implantar un desarrollo humano real y sustentable.
Yo creo en esto y les pido su apoyo para lograrlo.
Muchísimas gracias.
SR. BILL GATES: Yo formularé unas preguntas al Presidente Calderón y, al final, ofreceremos la palabra al páblico.
Su analogía, la que establecía entre México de 1995 y la situación actual en Europa es muy atinada. Pero algunos de estos paralelismos muestran lo difícil que puede ser todo esto.
En 1995, México tuvo la voluntad política de arreglar el déficit. Estados Unidos echaba una mano, y pudieron ustedes devaluar su moneda.
Tres elementos importantísimos que confluyeron. Y ustedes salieron del atolladero de forma positiva.
Pero si pensamos en Italia en la actualidad. Cuánto tendrán que recortar su déficit. Quién va avalarlo, todo esto. Y esa flexibilidad monetaria hace que lleguemos a la conclusión de que la situación será más dura.
PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Sí claro.
Es una situación mucho más difícil, sobre todo, considerando el tamaño de la magnitud de la economía italiana y la mexicana. Sin embargo, hay consecuencias, y hay que aprender de ellas.
Primero. El déficit fiscal, y hay que arreglarlo.
Qué pasa ahora con Italia.
En mi opinión, Italia tiene un problema de liquidez. Es una economía muy poderosa, muy solvente. Sin embargo, si no le ayudamos a Italia para que pueda componer su problema de liquidez, Italia puede llegar a tener un problema de solvencia.
Por qué.
Si uno considera que Italia tiene una deuda de, más o menos, el 100 por ciento de su Producto Interno Bruto, y si consideramos que Italia pagaba una tasa de interés del tres por ciento. Y, de repente, un día comenzaron a pagar una tasa de interés del siete por ciento, esto implica que en un solo año Italia tiene que recopilar de sus ingresos páblicos de cuatro por ciento de su PIB.
Y es así como un problema de liquidez se vuelve un problema de solvencia. Y es por eso que necesitamos construir esta pared de protección, utilizar esa bazuca, ahora, para proteger a Italia.
Por qué.
Porque si no lo hacemos, el problema se va a extender por todo el mundo.
Con todo respeto, yo creo que los contribuyentes alemanes, europeos, y hasta los mexicanos, porque permítame decirle, Bill, que nosotros decidimos aumentar nuestra participación y contribución al Fondo Monetario Internacional para fortalecer esa Institución tan importante a nivel financiero.
Y Brasil y China están haciendo lo mismo, y espero que el Congreso estadounidense pueda decidir rápidamente apoyar al Fondo, porque veo que el problema viene.
Ahora, cuál es el paralelo con México.
Uno. El Gobierno tiene que reducir su déficit fiscal. Y más que el tamaño o la magnitud de la reducción, Bill, el Gobierno tiene que crear un nuevo entorno. El problema no es del dinero en sí, es la confianza.
Ese es el objetivo principal en nuestros esfuerzos. Permítanme decirles que necesitamos cambiar este ciclo vicioso.
Cuál es.
La incertidumbre económica, tasas de interés más altas, más incertidumbre, etcétera.
Entonces, hoy, por ejemplo, podría ser muy difícil para un inversionista tomar la deuda, o aceptar la deuda italiana en un siete por ciento. Pero si Italia y el nuevo Primer Ministro, que está haciendo una gran labor, si Italia es capaz de recuperar la confianza del mundo, a través de un gran compromiso, y si Italia cuenta con el apoyo, por ejemplo, de un solo país, por decirlo así, Alemania.
Si son capaces de recuperar la confianza y luego podemos cambiar la situación hacia un ciclo virtuoso, porque cualquier inversionista en dichas circunstancias. Si yo tengo dinero, tuviera dinero, más bien, no tengo, pero si tuviera, yo quisiera comprar esa deuda al 7 por ciento de Italia. La tercera economía más grande de la región.
Entonces, podemos cambiar ese ciclo vicioso a uno virtuoso, si tenemos la voluntad política, el Primer Ministro lo tiene, tendríamos el apoyo. Y por eso la importancia de la pared de protección y la bazuca, y si podemos convencer a los inversionistas acerca del problema.
SR. BILL GATES: Hablando un poquito del G20.
Encabeza usted el G20, tiene ante puertas una importantísima cita.
Cuáles son los objetivos clave para el G20. Está usted esperanzado. Será ésta una reunión en la que se tomarán decisiones clave.
PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Sí.
Una meta es el cómo fortalecer las instituciones financieras internacionales.
Llevo en esta nueva era desde la primera reunión del G20 siendo participante. El primero fue en Washington. Y a partir de entonces, hemos tenido muchas reuniones.
Recuerdo muy bien la reunión de Londres con el Primer Ministro Gordon. Fue muy buena reunión, porque los sherpas, y los Ministros de Finanzas de los países G20 por fin pudieron llegar a un conjunto de acuerdos muy importantes. Por ejemplo, fortalecimiento de las instituciones financieras internacionales, y utilizando mi propio ejemplo de nuevo. En ese momento teníamos mucha turbulencia, ese tipo cambiario de México, tenemos un régimen flexible y el tipo cambió. Aumentó a 15 o 16 pesos por dólar y después de la Reunión del G20 cuando aprobamos el nuevo mecanismo de apoyo del Fondo Monetario Internacional.
Nosotros como país solicitamos tener los beneficios del mecanismo y el tipo cambiario bajó a 13 o 14 pesos por dólar, por lo tanto el impacto en la percepción y la credibilidad fue inmediata.
Por lo tanto, es importante llegar a un acuerdo. Y eso es muy importante en cuanto a fortalecer las instituciones financieras.
Otra meta sería por lo menos analizar o explorar las alternativas en cuanto al problema europeo, porque sí es un problema europeo, pero no sólo se trata de un problema europeo, es nuestro problema, también, y lo estamos viendo así.
Tres. Necesitamos movernos hacia seguridad de alimentos. Ustedes ya conocen muy bien este problema. Queremos, también, trabajar en los temas ambientales. Yo sé que no es el mejor momento de hablar de este tema, porque conlleva muchos problemas económicos, pero ya estamos sufriendo las consecuencias del cambio climático.
Les voy a dar una cifra en pesos, a lo mejor, pero diría yo, que en 10 años dedicó cerca de 30 millones de dólares, más bien, para lidiar con los problemas de huracanes, de inundaciones, etcétera. Durante mi Gobierno, en cinco años, el primer año tuvimos que destinar más de mil millones de dólares, tan sólo en el primer año de mi Gobierno.
Y hoy en día estamos desarrollando un programa nuevo, especial para las sequías, para las inundaciones, más bien, de tres mil millones de dólares. Entonces, ya estamos experimentando los efectos del cambio climático.
Así es que, si podemos lidiar con el problema, hoy, va a ser mejor en el futuro, y si no hacemos nada, hoy, el problema va a ser impagable para los países en vías en desarrollo y desarrollados.
Y el otro, inclusión financiera.
SR. BILL GATES: Hay una cosa que me preocupa. Es grave y siento curiosidad por saber cómo evitar el problema, y es el que el mundo que arrastra esta crisis financiera conforme en el G20. En fin. Se avanza como grupo, seguirá costando en la agenda la generosidad, porque los países del G20 son los que podían llegar a un consenso, aunque queden cortos en alguno de estos objetivos, pueden ir incrementando su generosidad.
Cree usted que en la agenda del G20 se considerarán la pobreza, los pobres o las demás partes abrumarán a los demás.
PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: El G20 tiene que atender el tema de la pobreza. Estuve absolutamente seguro.
Aán en medio de este problema al que nos enfrentamos, necesitamos atender la crisis económica, por supuesto, pero, también, es la oportunidad más importante para atender a la pobreza. Y lo tenemos que hacer en conjunto.
Ahora, quisiera citar a algunas personas. No se trata de dinero, no hay cuestión de que se requiere de gran cantidad de dinero. Se trata de dedicar dinero a lugares específicos.
Es posible aliviar la pobreza de millones, de miles de millones de personas. Es el caso de las vacunas, por ejemplo. Con una pequeña cantidad de dinero se puede componer el problema y cambiar la vida de millones de personas. Y esto es bueno para todos.
Sí. Esa es nuestra meta, hablaremos de la crisis y, probablemente, va a ser el mismo problema que tuvimos con mi discurso. Tenía que hablar yo de este tema, pero al mismo tiempo tenía yo que tocar estos otros temas, porque son importantes para el futuro.
SR. BILL GATES: En cuanto a la inclusión financiera. México creo que ha sido un ejemplo muy rotundo, incluso antes de su Gobierno. En fin.
Esa eficiencia con la que han ido alcanzando a ciertos grupos, agricultores, los más pobres y llegando el dinero a esas personas por una vía, unos cauces, muy eficaces. Es que en muchos gobiernos se proponen hacer otro tanto, pero carecen de los instrumentos financieros para hacerlo.
Cómo lo ha conseguido México, cómo ha conseguido México ser un auténtico líder y cuáles serían las reacciones para otros países.
PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Quiero compartir nuestras experiencias en ese sentido. Todavía nos falta mucho qué hacer, pero sí estamos progresando.
La inclusión financiera en México pasó del 25 por ciento en el año 2005 al 60 por ciento hoy día. Y lo estamos logrando a través de varios mecanismos:
Uno. Como usted mencionó. El Programa Oportunidades. Oportunidades fue diseñado en el 97, más o menos.
La idea del programa es tener una transferencia económica condicionada a los más pobres, y estas familias están obligadas a llevar a sus hijos a la escuela y a las clínicas, o los hospitales. Y con esto no solamente estamos trabajando en el problema económico de las personas, también, deshaciendo la estructura misma de estos problemas para los más pobres, es decir, su educación y su salud.
Con esto, el Presidente Fox aumentó la cifra de 3 o 4 millones a 5 millones de familias. Y nosotros hemos aumentado de 5 a 6.5 millones de familias. Es una cifra muy alta.
El año pasado empezamos a introducir un sistema de tarjetas de débito, y hoy estamos pagando casi todos los beneficios del Programa Oportunidades a través de esa tarjeta de débito.
Y con esto, todos los beneficiarios cuentan con una cuenta bancaria y pueden hacer operaciones de crédito y de ahorro, y así estamos ampliando la red de inclusión financiera. Es muy importante.
Estamos haciendo lo mismo con otros programas financieros. PROGAN, por ejemplo, es un programa de apoyo a los rancheros, a los agricultores. Y de esta manera estamos ampliando la inclusión financiera hasta las áreas más pobres.
Y con el apoyo de su fundación, de Bill y Melinda Gates, estamos activando las tiendas rurales, especie de Ventanillas de Banca o Agentes de Banca en las tiendas rurales.
Y con esto las personas que viven en zonas rurales que carecen completamente de bancos pueden hacer algunas operaciones, transacciones bancarias elementales.
Y con esta tarjeta de débito de Oportunidades y fondos móviles, vamos a poder generalizar el acceso a la inclusión financiera para todos. Y esa la idea.
Otro programa que estamos impulsando tiene que ver con la educación, la formación financiera lo queremos promover y, por supuesto, la protección para los consumidores, a través de diferentes agencias para proteger a los consumidores y evitar que sean sometidos a los riesgos de las instituciones financieras.
SR. BILL GATES: Una áltima pregunta que se me ocurre.
Son seis meses, pero si pasa usted revista a lo que ha sido capaz de alcanzar, llega a la conclusión de que le hubiera conseguir más, otras cosas.
Qué balance haría de su trabajo realizado.
PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Es difícil decirlo. El tiempo corre, y en mi trabajo los días son muy largos, y los años son muy cortos. Estamos en el áltimo año.
Pero les tengo que decir que me siento muy orgulloso de lo que hemos logrado en cuanto a salud en México. Piensen en esto. En el año 2000, los mexicanos que contaban con algán servicio de salud, algán tipo de servicio de salud, eran tan sólo 45 millones de personas. Hoy, 105 millones de personas cuentan con algán servicio de salud.
Entonces, estamos logrando una cobertura de salud universal. Es enorme. Pero yo creo que hay muy pocos países en vías de desarrollo que lo están logrando. Además, estamos protegiendo a los niños hasta los 18 años de cualquier tipo de cáncer.
Estamos brindando antirretrovirales libres de costo, para cualquier paciente. Y esto implica que estamos reduciendo la tasa. Por ejemplo, cada año la tasa de pacientes con VIH positivo se ha reducido en un 20 por ciento, a cada año a partir del momento en que introducimos el Programa de Antiretrovirales.
El año pasado también introducimos el Programa de Cobertura Educación Básica, hemos construido más de 100 escuelas de educación secundaria, y hemos construido más de mil secundarias, 100 universidades, de cero; además de muchos nuevos campus en las universidades.
Además, permítanme decirles que hay más de 100 mil ingenieros egresando de nuestras universidades cada año, más que Alemania, más que Canadá, más del doble de los brasileños que tienen una población, más del doble de la nuestra. Es un gran activo para nosotros.
En cuanto a infraestructura, las inversiones en infraestructura privada-páblica se ha ido del tres al cinco por ciento del PIB al año, que implica más o menos 50 mil millones de dólares al año para México. Y con esto estamos cambiando la competitividad del país.
Y por otra parte, cuáles son los desafíos. Bill, yo diría que el más importante es, por supuesto, la seguridad.
Pero estoy seguro que era para el país la vulnerabilidad de agencias policiacas en México, muy vulnerables. Eran un pasivo, eran un problema para el país. Ahora, se va a volver en el futuro, esto, un activo, algo positivo.
Por qué.
Porque estamos estableciendo una reforma completa en dichas instituciones. Estamos desarrollando instituciones policiacas y de justicia. Tenemos un programa de verificación para cualquier comandante u oficiales de alto nivel, y estableciendo procesos de verificación para todos los cuerpos policiacos.
Hoy día contamos con una nueva Policía Federal, y estamos impulsando la reforma dentro de la Procuraduría General de la Repáblica, además de hacerlo en los estados. Es un desafío enorme. Estamos superando el desafío. Eso ha sido muy importante.
Yo sé que es el tema más difícil al que nos hemos enfrentado. Pero yo creo que aún en ese sector estamos cambiando la situación. No es para nosotros, porque yo veo el problema de la siguiente manera:
Nosotros, ahora, estamos plantando una nueva semilla. Probablemente, no vamos a poder ver los frutos completos, el día de hoy. Pero para nuevas generaciones de México, esa planta, ese árbol, va a ser una victoria, y va a dar los frutos para las nuevas generaciones en el futuro, en su futuro.
Y es así como entiendo yo mi papel como Presidente en este tema y en otros.
SR. BILL GATES: Ha sido fascinante y mucho me temo que se nos ha agotado el tiempo.
Hay tantas cosas que aprender de México y de otros países en esta situación.
Si nos planteamos cuáles son los países dinámicos, donde residen las soluciones a la pobreza y observando estas mejores prácticas, desplegadas por México esto podrá ayudar a muchos otros y ver lo que puede lograrse.
Muchas gracias, señor Presidente, por su discurso y sus comentarios.
Source: Presidencia Mexicana del G20
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